Lo que Dios prometió, tus ojos lo verán

Escrito el 01/07/2021
Karen Jiménez


Dios es un Dios de pactos y de promesas, y las cumple.

Aquel conquistador llamado Josué, experimentó la fidelidad de Dios y dijo:

Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad. (Josué 21:45)

¡apodérate de esta palabra y hazla muy tuya, átala a tu cuello y escribe en tu corazón! (Isaías 43:2)

Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán.

Estas palabras me dan seguridad y confianza de que no estamos solos. No nos promete Dios colocarnos un puente para que pasemos encima de las aguas, sino que, en el momento de la inundación, en el momento que las aguas nos cubran, no nos ahogaremos. No promete Dios librarnos del fuego de las dificultades, o apagar el incendio de nuestros problemas, él promete que estará con nosotros, nos tomará de su mano, nos cubrirá con su Espíritu Santo y ese fuego no producirá efectos en nosotros más que mostrar la gloria de Dios por medio de nuestra vida.

Las dificultades y las pruebas son la oportunidad de que nuestra fe sea probada y que se manifieste poderosamente el poder y la majestad de Dios.

La fe de Dios y su palabra va a transformar tu realidad y en medio de tu circunstancia vas a experimentar el amor, la misericordia y la fidelidad de Dios, que él te sana, él te levanta, él te prospera, él te cambia, él te renueva y que las promesas que él tiene para ti, las veras cumplirse en tu vida y en la vida de toda tu familia.

Gracias Señor porque en tus promesas está escrito que ningún arma forjada contra mi prosperará, y ninguna lengua que se levante en juicio contra mi tendrá éxito, porque tú me cuidas y estás conmigo en medio de las angustias y dificultades de la vida, dándome valor y sabiduría para enfrentarlas y vencer.

Tuya es toda la gloria por los siglos de los siglos, Amén.